¿Qué es el Service Design? ¿Qué es el Árbol Estratégico? ¿Qué importancia tiene el Story Telling a la hora de presentar un proyecto? ¿ Qué es la economía basada en la lógica de servicio?¿Qué es el Design Thinking? ¿Cómo podemos trabajar en equipo como una agencia de innovación? ¿Cómo fundamentamos nuestras decisiones de diseño? ¿Para qué sirve un Customer Journey Map? ¿Qué diferencia hay entre un prototipo y una maqueta? ¿Cómo se fundamenta una Marca? ¿En qué consiste la Técnica Personas?
Estas son algunas de las preguntas que exploramos cada año en los diferentes postgrados vinculados con la Arquitectura que imparte rrebrand, entre ellos los módulos de Service Design en el Máster de Diseño de Interiores (MDAI) y el Curso de Especialización en Arquitectura y Moda (AMD), en la Escuela de Arquitectura de Madrid (ETSAM) y el Máster de Interiorismo del Colegio de Aquitectos Técnicos de Madrid.
La reflexión inmediata que nos despierta dar clase en este contexto, es todo lo que puede hacer el Service Design por el diseño en Arquitectura. En cada clase, invariablemente, contamos con grupos de estudiantes que son muy buenos diseñadores clásicos, que saben utilizar todo tipo de herramientas y software para la expresión gráfica y audiovisual, con mucha capacidad para la abstracción y para la producción de proyectos. Existen varios denominadores comunes entre todos ellos: tienen extraordinarias habilidades para hacer diseños sorprendentes, generar buenas ideas y contarlas de forma eficaz en muy poco tiempo.
Todos ellos son buenos ingredientes, pero hay algo de lo que peca la formación en Arquitectura, que puede ser muy frustrante a la hora de pasar al mundo profesional, y es de cierto ensimismamiento solitario que nos aísla como creadores.
En muchos casos la “parte artística” del diseñador, alimentada por una inspiración de origen difuso, sólo sirve para un modelo de superestrellas de la arquitectura, que a día de hoy está bastante fuera de juego y no tiene sentido fomentar desde las Escuelas.
Es cuestión de cambiar el foco, entender que el mundo de hoy ha pasado de la lógica de producto a la lógica de servicio. Antes de diseñar artefactos hay que diseñar de forma holística experiencias con los usuarios en el centro. Hay que aprender, de verdad, a trabajar en grupo y aquí es donde las herramientas de design thinking son un factor, porque nos alejan de luchas de egos y hacen crecer ideas fuertes y robustas enriquecidas por muchas miradas.
Para proyectar, de verdad, poniendo a las personas en el centro, es fundamental convertirnos en investigadores de primera, desarrollar la capacidad de ponernos en la piel del otro y desde ahí diseñar, porque es el lugar desde el que podremos dar respuestas con sentido.
Durante las clases introducimos todos estos conceptos que los estudiantes absorben como esponjas, sedientos de claves para dar sentido a sus proyectos.
Las bases del service design pueden hacer que la Arquitectura sea abierta, inclusiva, social, integrada en la realidad, repleta de contenido e innovadora.
Cuando los estudiantes de arquitectura entran en contacto con estas herramientas es como si todas sus habilidades encajasen en un puzzle ideal y sus proyectos adquiriesen más consistencia, sentido y potencia transformadora.
Es muy gratificante sentir cómo encuentran en el service design una base sólida que les sirve de apoyo ahí donde se sienten cojos.
Este año formamos una agencia de innovación en el MDAI que abordaba un caso real de un cliente con un terreno rural en la localidad de Colmenarejo. El ejercicio consistía en hacer una propuesta de valor y diseñar la experiencia para este lugar. Como requisito del cliente tenían que usar los Xiglús de Xilacurve para lo que contamos con la presencia de Satt, estudio de arquitectura abierta, como proveedores.

Dibujos de alumnos del MDAI 2016
Los alumnos frenaron sus impulsos de dar una respuesta inmediata de implantación, y realizaron paso a paso investigación, desarrollo de arquetipos, customer journey map, ideación y prototipado en tiempo récord.
En la presentación final a cliente, disfrutamos de propuestas ajustadas al briefing inicial, bien fundamentadas, y de storytellings precisas de sus proyectos.
Incorporar la lógica del service design al diseño arquitectónico es sólo un clic mental, pero cambiará la forma de hacer Arquitectura, antes o después. Ya contamos con varias generaciones de alumnos de estos posgrados listos para la acción. ¡Seguimos en la brecha!