En busca del kit ecológico de rrebrand

El diseño tradicionalmente se preocupa por la funcionalidad y la estética de un objeto (o servicio), nosotros añadimos el factor ecológico como punto a tener en cuenta a la hora de diseñar. No solo nos preguntamos si cumple su función y si es bello, sino que también nos preguntamos si lo estamos haciendo de la forma más respetuosa posible con el medio ambiente. Hay que aprovechar cualquier oportunidad, por pequeño que parezca, para reducir recursos y salvar el planeta.

La idea de ser ecológico hace tiempo que está en boca de todos, y cada vez somos más los que nos preocupamos por usar bolsas reutilizables, movernos andando o en bici, utilizar paneles solares o darle una segunda vida a los objetos que compramos.

En rrebrand, durante el proceso de diseño intentamos imprimir lo menos posible, pero a la hora de hacer la entrega final nos parece importante presentar algo físico a los clientes porque el visual thinking facilita la exposición y la capacidad de comprensión de las ideas, y a veces es necesario ver estas ideas de forma plástica y en gran tamaño para poder entender todo de manera global.

Una de las formas en las que estamos tratando de aportar nuestro granito de arena a la sostenibilidad ambiental es a través de estas entregas finales, que consisten en un librito explicativo del proceso de diseño, unos paneles finales en gran formato y un packaging para recogerlo todo. En principio, este reto no nos parecía demasiado difícil… pero estábamos equivocados.

Había que investigar tres cuestiones: el embalaje, el papel y la tipografía.

Packaging – Lo primero era pensar cómo entregar toda esta información al cliente. Después de ver diferentes opciones decidimos que la mejor forma sería en un maletín porque es cómodo, fácil de transportar y recoge todo en un mismo estuche, tenía que ser funcional. Anteriormente habíamos entregado proyectos en maletines de cartón reciclado pero el asa y el cierre estaban hechos de plástico. En esta ocasión, seguimos optando por el cartón reciclado, pero había que encontrar un maletín con aplicaciones de algún material menos dañino para el medio ambiente. Existen muchos maletines con un buen diseño y con acabados en piel reciclada, lo cual suena muy bien, pero nos preguntábamos ¿qué quiere decir realmente? ¿Cómo es ese proceso de reciclaje de piel? ¿Es realmente ecológico? Después de muchos emails y llamadas sin contestar o con personas que no sabían responder a la pregunta, y horas de investigación online, seguimos sin encontrar una respuesta definitiva. Ante la duda, descartamos este material. (Si alguien sabe algo sobre este tema, nos encantaría saberlo). Finalmente nos decidimos por maletines con asa de cuerda: funcional, estético y sostenible. Una vez decidido esto, quedaba un gran reto, encontrar una empresa que no tuviera pedido mínimo de 400 maletines! Después de dos semanas de búsqueda intensa, encontramos Dinamo, una papelería sostenible, cuyo objetivo es el de introducir en el mercado productos sostenibles y cuyos procesos ahorran energía y recursos, generando menor cantidad de contaminantes. Por fin encontramos maletines que tenían todo lo que llevábamos semanas buscando: un pedido mínimo más realista para nuestra necesidad, hechos de cartón reciclado, ahorrando recursos y energía, de fabricación nacional, minimizando distancias de transporte, y con las aplicaciones hechas de materiales reciclados o naturales.

Papel – Para los librillos de la entrega no ha habido mucho problema en encontrar papeles ecológicos, con diferentes sellos, como FSC o el Ángel Azul ya que se trata de un impresión en tamaño A3. La odisea empezó cuando buscamos un papel ecológico para los formatos grandes que imprimimos en impresoras digitales (para imprimir en offset, hay que hacer una gran cantidad para que salga rentable, y nosotros solemos hacer solo 2 o 3 copias de cada panel). Descubrimos el Papel de Piedra, un papel que se fabrica sin agua, sin arboles y sin cloro con certificación Silver Cradle to Cradle, pero al intercambiar varios emails con la empresa española que fabrica éste papel concluimos que sería imposible utilizarlo para estos trabajos. Tanto el Papel Piedra como los papeles ecológicos no se pueden imprimir en impresoras digitales en un formato tan grande. Las maquinas que se utilizan para imprimir este tipo de trabajo calientan mucho el papel (a excepción de dos o tres tipos de impresora y no fuimos capaces de encontrar una imprenta que trabajara con estas máquinas). Al ser materiales muy sensibles al calor el papel puede romperse u ondularse, estropeando el acabado.

Tipografía – Buscábamos una tipografía que gastara poca tinta. Gastar menos tinta supone un ahorro no sólo en tinta, sino también en papel, plástico y otros materiales que se utilizan en el packaging y transporte del material. En nuestra búsqueda, encontramos algunas propuestas interesantes como el software Ecofont, el cual “perfora” agujeros en todas las tipografías existentes, ahorrando hasta un 50% de tinta. Lamentablemente, por ahora solo funciona con el paquete Microsoft Office, y solo para PC, de modo que no lo podemos usar para nuestros trabajos, pero nos sigue pareciendo una iniciativa muy buena y esperemos que sigan desarrollando el producto y poder utilizarlo en un futuro. Finalmente, basándonos en diferentes estudios, optamos por una tipografía “light” porque al ser una fuente más fina emplea menos tinta.

Tardamos más de lo esperado, y había mucho más de lo que pensábamos a tener en cuenta. Hemos aprendido muchísimo y estamos muy contentos con el resultado, por ahora, aunque seguiremos investigando sobre la posibilidad de imprimir con materiales más sostenibles en gran formato. Desde aquí animamos a los fabricantes de impresoras de gran formato que investiguen sobre este tema, estamos deseando poder hacer este tipo de trabajo de forma más respetuosa con el medio ambiente, seguro que no somos los únicos. A veces no es fácil ser más ecológico, implica un esfuerzo extra, pero nosotros creemos que es un esfuerzo que merece la pena.